Obbatala

OBBATALA
Obbá: este vocablo de Yoruba significa: poderoso.
Tala: derramar, extensión, expansión y unidos los dos vocablos: Obbatalá.
Obbatalá Obbatoisa, significa: el Rey de todos los Santos.
Obbatalá habla en todos los Oddu del Diloggún de cierta manera, en uno directo y en otros indirectamente. Directo, donde hay ocho (Unle), diez (Ofún), dieciseis (Meridiloggún), e indirecto en todos los demás Oddu.
Hay un caso muy importante en el signo de los que hagan Oshas; hay personas que hacen Oshas y hay confusión en saber cuál es su padre o madre.
Cuando el Orihate se encuentre en un caso de tal naturaleza, le basta con ver el Oddu que tiene esa persona en Obbatalá y éste, hace la definición exacta; por ejemplo:
"Una persona que hizo Shangó y tiene (8-2 en Elegguá), de la primera mano que usted tira en este mundo, y (Obbatalá tiene 4-3) y, en la (cabeza 6-3), su madre es Yemayá, porque en Obbatalá tiene 4 delante traído por su mano, a no ser que la (cabeza tenga 5-6). En esta forma, no hace falta buscar en Obbatalá, por cuanto que el Santo que se le puso en la cabeza a Oshé y esto significa que es Oshún, y así sucesivamente.
Todas las personas, que hagan Oshas, se les tienen que poner Obbatalá. Y para hacer un Santo, basta que a esa persona se le pongan los Guerreros: Elegguá, Oggún, Oshosi y Ozún, este último si acaso tiene que llevarlo como en Obbatalá y Oshún, que es una necesidad, pero si es otro Santo, basta con los Guerreros.
Obbatalá y el Santo de cabecera, fuera cual fuera, quiere decir, que si usted va a hacer un Santo y por cualquier motivo no puede dar su Obbatalá, usted no puede hacer Santos.
Este caso se da en los que tienen 5-5 (Oshé tonti Oshe) en Obbatalá u 5 (Oshe), solo, traída por la mano del Iworo. Esta persona no puede dar, ni regalar, ni vender a su Obbatalá porque cuando a la persona que se le dé, no le suceda algo malo, le sucederá a la que lo recibe.
Ahora bien, si la persona que está dando Obbatalá, en el Oddu o letra 5 (Oshé) que tenga esa persona en Obbatalá, y esa letra tiene Iré, por ejemplo: 5-4 (Oshe Iroso), Iré Aricú Yale, pudiera ser que como la letra tiene Iré, a la persona que lo reciba no le pase nada, porque el que lo está dando, está dando su bien. Pero si esa misma persona, como la misma letra tuviera Osobbo, por ejemplo: Icú, Ano, Eyó, Ofó, Ona, Acobá, Fitivo, etc., sería malo para los dos, porque ese Osobbo es estable en el Santo que habla por primera vez, a su dueño, que en sí está sobre esa persona hasta su muerte. Y este es el caso por lo cual ninguna persona que tenga (Oshé) 5, en Obbatalá, puede venderlo, ni regalarlo, ni prestarlo.
Y si es hombre, en el futuro tendrá que hacer Ifá, según su caso, previamente expresado en Itá y, si es mujer, tendrá también en el futuro, que recibir Ikofá y puede Oyubonear.
Obbatalá es el único Santo, que a cualquiera que tenga Santo hecho y que por cualquier motivo se haya enfermado gravemente y, tenga necesidad de virarle el Oro para Obbatalá, buscando la salvación de dicha persona, se le puede hacer sin temor alguno.
Para virar ese Oro, se buscan ocho personas que tengan hecho Obbatalá, lo mismo hombres que mujeres, una sábana blanca grande y se le hace Oro en el suelo, como de costumbre. Se pone el Oddó y se sienta la persona y se iza la sábana sobre la cabeza, sujetando cada uno por una punta de la sábana y sus extremos en los realitos. Se le ponen los paños como de costumbre sin hacerle Oro en la cabeza y entonces, se procede a hacer Oro a todos los Santos hasta llegar a Obbatalá, pero esto es en caso de imperiosa necesidad.
Obbatalá, a pesar de ser un Osha responsable, tiene dieciseis nombres de soperas, de distintas etapas y son los siguientes:
Ayáguna, Osagriñá, Ashó Obbamoró, Llecu-llecú, Elefuro, Aggüema, Oshanlá, Llelú, Allalúa, Llembo, Olollú-ocumí, Oggán, Obalufón, Orolú, Oque-ilú e Iroco.
También comprenden en los nombres, los Obbatalá de Deidad, pero todos en sí, vienen a ser el mismo Obbatalá, en sus distintas etapas de la vida. Entre estos Obbatalá, nos encontramos con los que tienen sus características de mujer, como: Elefuro, Aggüema, Llembo, Iroco y Oshanlá.
Estos Obbatalá hembras no llevan otás, sólo llevan sus dilogunes y distintos secretos, porque esos otás se le quitan después de Itá cuando ya se conozcan cuál es el Obbatalá que acompaña a esa persona. Los Otás que se les quitan a las soperas de Obbatalá, se echan en una taza blanca tapándola con algodón.
Hay casos en que a esos Otás se les puede aumentar los otros secretos y entonces viene a ser el compañero masculino de esa Obbatalá; ya en este caso, al masculino se le da un gallo blanco y cada vez que se le vaya a dar comida al Obbatalá femenino, sólo tiene que darle un gallo blanco al masculino, porque éste viene a ser un Santo de Addimú para esa persona.
Ahora bien, si estos dos Santos fueran previamente preparados antes de hacerle Osha a la persona indicada, entonces a los dos Santos se les dan animales de cuatro patas, pero no como de costumbre. Se le dará al masculino chivo y sus otros animales de plumas machos y al Obbatalá femenino, todos los animales hembras. Todos los Omo Obbatalá no llevan los dos Obbatalá (masculino y femenino), a no ser que su madre sea Obbatalá y su padre también.
Cuando se hace Obbatalá y, la letra que trae en Elegguá y en Obbatalá son confusas, para saber quién es la madre, se busca primero entre todos los Obbatalá femeninos, antes de pasar a otra Orisha, para escoger a su madre; entonces, si su madre es Obbatalá, esta persona que hizo Obbatalá, se verá en el andar de los tiempos con tres soperas por cuanto que tendrá que recibir a Oddúa y, con esto, viene a ser las tres soperas.
Es cierto que Obbatalá es la cabeza entre todos los Santos, pero puede haber un error muy grande entre los responsables de un Santo que se haga, porque en este mundo no hay nada infalible y Obbatalá se le puede virar el Oro para el Santo dueño de la cabeza que se pare el día de Itá.
Esto lo hicieron los mayores y todavía existen personas, que le hicieron Obbatalá y Oshún se ha parado el día de Itá y reclamado esa cabeza, amenazando con la muerte a esa persona. Y los mayores se vieron obligados a virar el Oro.
Y debo advertir, que virar un Oro no afecta la cabeza en nada, porque el Santo no se hace nada más que una vez solamente en una cabeza.
PARA VIRAR UN ORO
El Orihaté, cuando va a virar un Oro, a una persona, que siempre ello debe ser antes de los siete días; primero, debe darle un chivito a Elegguá y un animal de cuatro patas para el Santo al cual le van a hacer el Oro y, guardarán las cabezas de estos animales.
Tales cabezas, la Oyubona, el día de Itá, antes de empezar éste, y después del Nangaré, ya terminados todos los Santos por el Oriahaté y cuando éste va a proceder a llamar a los Santos, la Oyubona se para frente a la Iyawó con dichas cabezas colocadas en un plato hondo y, a su vez, en la frente a la Iyawó, sujetándola mientras el Orihaté llame por segunda vez a todos los Santos, hasta llegar al Santo que se le está virando el Oro y allí llamar con todo lo mucho o poco que él sepa, hasta que corresponda. Y, si no corresponde, después de este acto, inmediatamente se procede a un segundo Itá.
Para que aquel Santo, que se paró en el primer Itá, con la muerte o con lo que sea, ahora tiene que venir con Iré. Esto es virar un Oro, siempre usando los paños en el Erí como el primer día, y haciendo el Oro con Ozún en el suelo, debajo de Oddó. También como el primer día, pero sin hacerle nada, absolutamente nada, en la cabeza, porque lo que se trata es de estimular al Angel de la Guarda de esa persona, ya que este Santo, con razón se siente preterido y con esta estimulación el referido Santo cede, y reacciona ante el ruego que se le está haciendo y concede el perdón.
También, para esta obra, se cambia el vestido y el Iddé, con el color característico del Santo al cual se le está haciendo el Oro y, como el Iworo puede ver, que desconoce lo que es virar Oro, que lo mismo se le vira a Obbatalá, que al Santo que sea; porque esto no afecta en lo más mínimo al Santo que se hizo inicialmente en esa cabeza porque lo único que varía es la posición de los pañitos de la cabeza.
LOS DIAS DE RECOGIMIENTO
Los días de recogimiento de la persona que se haga Obbatalá, son dieciseis días, pero esto no quiere decir, que por circunstancias de la vida y sometiéndolo a la consideración de Obbatalá, que puedan ser hasta cuatro días; pero lo cierto es que, un Itá no queda firme en Araonú, hasta que no hayan decursado siete días. Pero en Cuba, por motivos de la esclavitud, hubo lugares en el campo, que no se pudo hacer Itá y tuvieron que realizar estas ceremonias en tres días. Y, el que ha venido a hablar y en horas de descanso y por la noche, ha sido Ozaín.
Obbatalá es el Orisha que se le reza cuando el Angel de la Guarda de una persona lo priva del conocimiento, y que por su privación, este exánime en el suelo o en cualquier otro lugar. Todos los Obbatalá no vienen igual, porque uno es guerrero, otro joven, otro de edad madura y otro demasiado anciano. Tratándose de Obbatalá, sería insuficiente este libro para hablar de él, siendo como es la cabeza de todas las cosas y de todas las personas.
Obbatalá calma a Eshú, que ¿quién es Eshú?, el mismo Alosi. Obbatalá calma a Shangó, que ¿quién es Shangó?, la Candela. Obbatalá calma a Oggún, y ¿quién es Oggún?, la guerra, la sangre regada por el mundo como el infierno de Dante.
Obbatalá calma a Oyá, y ¿quién es Oyá?, el huracán, que en un momento dado es peor que el infierno.
Obbatalá calma a Aggallú y, ¿quién es Aggallú?, el volcán, que en estado de erupción es capaz de devastar una comarca entera.
Queda explicado hasta aquí, todos los Orishas de origen que son los siguientes:
Oloddumare: Dios Todopoderoso.
Oddúa: el Tiempo.
Osabelli: la Lucha.
Boromú: la Simiente, producción y rendimiento.
Yewá: la Vida de este mundo.
Olokún: todo lo bueno y lo malo de este mundo, todo lo que en este mundo se encierra.
Orishaoko: representa la Tierra.
Oque: representa las Lomas en esta vida.
Oggué: es la guía, la savia de la naturaleza.
Ozaín: es el espíritu de las plantas.
Babaluayé: es el espíritu que representa a la enfermedad.
Naná BuruKú: es el espíritu de las Aguas Dulces.
Iroco: representa lo que se mueve y camina de una manera u otra.
Inle: representa la modestia, el espíritu del hombre que nada sabe, pero que a todo le da forma y todo lo hace en este mundo.
Y, por último, nuestro Gran Obbatalá: es la Cabeza de todas Personas y Cosas de este mundo.
Como podrá observar el lector, hemos glosado desde Oloddumare hasta Obbatalá y, para mejor comprensión y entendimiento, los describiremos por orden:
OLODDUMARE......................... Dios Todopoderoso
ODDUA o ODDU-AREMU.......... El Tiempo, La Longevidad
OSA-BELLI.............................. La Lucha de la Vida
BOROMU................................. La Simiente, La Producción y El Rendimiento
YEWA..................................... La Vida en este Mundo
OLOKUN ……………………………........Todo lo Bueno y lo Malo que se encierra en este Mundo
ORISHAOKO........................... Representa a La Tierra
OQUE..................................... Representa a Las Lomas de este Mundo
OGGUE................................... Es la Guía, La Savia de la Naturaleza
OZAIN.................................... El Espíritu de las Plantas
BABBALUAYE.......................... El Espíritu que representa a las Enfermedades
NANA-BURUKU....................... Es el Espíritu de las Aguas Dulces
IROCO.................................... Representa lo que se mece y camina de una manera u otra
INLE…………………………………………… Representa la Modestia, es el espíritu del Hombre que nada sabe pero a todo le da forma y todo lo hace en este Mundo
OBBATALA ……………………............Es la Cabeza de todas las Personas y Cosas en este Mundo
OLOFI..................................... Es el Personaje que funge de Redentor y Mártir en la Religión Lucumí
Estos son los verdaderos Orishas que podríamos llamar Deidad, porque son los únicos que más estrechamente están relacionados a Oloddumare y, de ahí, pasaremos a los Orishas que más íntimamente están ligados a nuestros seres vivientes, como Elegguá, que es sinónimo de Eshú y este es un espíritu malo que reacciona con los Ebbó, los Addimú, Ebboshuré, etc., por la razón que en sus rezos se le dice:
Ocolo, Ofofo, Ocolo Oñiñi, Ocolo Tonicán, Ofo Omo Omóoroggún Ollona, que quiere decir:
"Eshú nos está acariciando, en una hora y cinco minutos después, nos lanza al abismo"
Porque Eshú es como decir Alosi, el Diablo. Usted puede estar muy bien de todo en un momento, hasta ser millonario, gozando de perfecta salud y todo lo relacionado con el bienestar de esta vida, y de súbito, presentársele tal o más cual cosa mala o grave en su vida o en sus momentos, que usted no puede resistir y ello lo impulsa al suicidio. ¿Y quién lo impulsa? ¡Eshú!
También usted puede estar muy mal de situación económica y hasta enfermo y de pronto, recibe una fortuna o sale agraciado con el premio mayor con un pedazo de billete que le hubieren obsequiado. Todo esto, es obra de Eshú.

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